Podría terminar con todo esto cuando yo lo deseé. No me afecta en lo absoluto tu posición, ni lo que hagas, ni lo que digas, ni lo que pienses, ni nada de nada. JÁ! si yo quisiera podría borrar tu número y dirección, y no me importaría volverte a encontrar. Si pensás que sigo tus pasos donde y como sea, pffff estás pensando erróneamente. Yo sé que le puedo poner un fin cuando se me antoje a mí, y pensando eso, soy feliz. Dejaría de dedicarte letras, no te dirigiría más la palabra, y no sufriría ni por un momento. En cuanto a cada recuerdo a tu lado (aunque pocos fueron), los borraría; ¡Y lo puedo hacer! ¿Qué no? JÁ! Puedo dejar de soñarte cada noche y pensarte en cada abrir de ojos matutino. Sé que no me afectaría ni un poco, pero ni un poco, no saber nada más de vos. ¿Y sabes qué más sé? Que todo lo que dije es la mentira más grande del mundo. Que por más que quisiera todo eso, no podría ser. Que estás presente aunque no quiera. Y lo que acabo de escribir, no me lo creí ni por un segundo. Sí, soy una gran mentirosa, una perseguida, una máquina de pensar en vos, eso soy. Y con respeto a tu ser, mi amor... otro día te lo cuento.
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