mayo 10, 2010

Mientes.

Tú llegaste a mi vida para enseñarme.
Tú supiste encenderme y luego apagarme.
Tú te hiciste indispensable para mi,
y con los ojos cerrados te seguí.
Si yo busqué dolor lo conseguí,
no eres la persona que pensé, que creí, que pedí.
Mientes, me haces daño y luego te arrepientes,
ya no tiene caso que lo intentes
no me quedan ganas de sentir.
Llegas cuando estoy a punto de olvidarte,
busca tu camino en otra parte
mientras busco el tiempo que perdí
y hoy estoy mejor sin ti.
Voy de nuevo recordando lo que soy,
sabiendo lo que das y lo que doy,
el nido que buscaste para ti.
Y el tiempo hizo lo suyo y comprendí
las cosas no suceden porque si,
no eres la persona que pensé, que creí, que pedí.

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