mayo 24, 2010

Yo que te deseo a morir.


¿Por qué me miras así? Mientras me visto sin ti. Recuerda bien este cuerpo que fue tuyo a placer: para amar y engañar. Ya no te mojes los labios ni me insinúes tus garras. Eres tan bello y sensual, que no sé si me iré ahora o mejor después. Y yo que te deseo a morir, ¿Qué importa? Esta es la última vez. El orgullo puede esperar. Ven, no me arrepiento, en el piso, en donde sea y tómame! Qué bello cuando me amas así y muerdes cada parte de mí. Qué bellos son tus celos de hombre que sientes cada vez que me voy. Mientras me visto otra vez, tu me preparas un té. Y espero siempre escuchar esa mentira usual que no me deja marchar. Confiado te acercas a mí y bebo de tus manos el té. Ay, eres tan bello y sensual que no sé si me iré ahora o mejor después.

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